Cuando hablo de merengues gourmet me estoy refiriendo a desarrollar un tipo de dulzura que logre hacer alquimia entre sabor, textura, aroma, color y, si le puedo agregar sonido, mejor…porque nada suena mas lindo que un merengue crujiente o no?

Alquimizar los ingredientes no es juntar, va mucho más allá, es un proceso que debe necesariamente atravesarme. Mezclar ese encuentro de energías que tienen cada uno de los componentes escogidos con la energía de quien los hace, para que cuando se consuman pueda diferenciar de manera equilibrada cada uno de ellos y poder así desgustar algo elaborado. En este caso la energía que aporto en esa alquimia es el Amor.

Amor por lo que hago, y cuando amo lo que hago juego.

Un mundo de sabores, donde las esencias nos permiten un amplio abanico de posibilidades van desde dulces, acidas, frutales, frescas combinadas si queremos con un relleno, que nos permitirá aportarle otra textura, aparte del crujido del merengue.

En esos rellenos podemos utilizar distintos tipos de frutas secas, existiendo una gran variedad en el mercado como nueces, avellanas, almendra, pasas, pistachos, etc

También los podemos rellenar con chocolate, amargos, con leche, blanco.

Para los Argento dulce de leche.

En Brasil, son muy populares los brigadeiros que utilizan como base leche condensada y la verdad son exquisitos, de chocolate me encantan, pero también se puede hacer de frutas.

Las combinaciones de rellenos nos permiten crear texturas y agregarle un extra suavidad o crujido extra. A todo esto sumarle color y diseño es el broche final para que solo por los ojos encante.

El color es energía, se ama en colores, no dejemos de transmitirlo en una degustación. Cada color conlleva una son virtud,… el rosa es sensibilidad, el azul es fortaleza, el violeta es compasión, el amarillo es sabiduría, el blanco es pureza….

Imaginen en un pequeño merengue trasmitir todas estas virtudes que encienden corazones, un valor agregado único e incomparable que encierra su verdadero objetivo: “irradiar amor” la suma de todas las virtudes. Ahora bien, no debemos olvidar que solo podremos hacerlo si podemos mezclarnos con ese aliado para amar, que es quien quiere ofrecerlo como un regalo para sus seres queridos, somos cómplices…

Jamás estudie cocina, me refiero a acudir a un centro de estudios y obtener un titulo en especialidades gastronómicas.

Todo lo que sé de cocina, viene de diversas fuentes a saber ; por observar a mi mamá, por tener un estomago con ciertas apetencias y buscar las recetas ya sea doña Petrona o preguntando a quien creyera que me pudiera responder y experimentando.

Pero mi abuela materna fue la que me enseño a poner Amor en lo que fuera que hiciese, de hecho ella siempre fue mi fuente.